Suelo tropezar tres veces en la misma piedra, para cerciorarme de que es la piedra en la que se tropieza dos veces.

Me noto muy cambiá, José Luis Cuerda
Un lector lee un libro. Si el libro es bueno, se olvida de sí mismo; eso es lo único que tiene que hacer un libro. Si mientras lee, el lector no puede olvidarse de sí mismo y piensa en el escritor constantemente, el libro es un fracaso. Esto no tiene nada que ver con disfrutar de la lectura. Quien quiere disfrutar se compra una entrada para la montaña rusa.

Estimado señor M., Herman Koch

Diezmada, desangrada,
cortada en tantas partes
como sueños,
quiero,
no obstante,
ésta y no otra manera
de estar viva;
ésta y no otra manera de morir;
este sobresalto
y no más la habitual duermevela.
Como una sombra de uno mismo
o como incendiado fósforo violento.
No hay otra alternativa,
ni más signo de identificación.
No otra muerte.
No mayor vida.

Cerca de cien, Ida Vitale

Estoy aquí
en el mundo
en un lugar del mundo
esperando
esperando.
Ven
o no vengas
yo
me estoy aquí
esperando.

Vuelo ciego, Idea Vilariño
Nunca olvides lo qué eres, porque, desde luego, el mundo no lo va a olvidar. Conviértelo en tu mejor arma, así nunca será tu punto débil. Úsalo como armadura y nadie podrá utilizarlo para herirte.

Canción de hielo y fuego, George R. R. Martin
Una tarde fuimos a visitarle y lo encontramos en la cocina. Llevaba delantal, fregaba los platos y preparaba la cena para su hijita Colette y su mujer. El amigo con quién había ido trató de bromear: «Pero oye, Durruti, ésos son trabajos femeninos.» Durruti le contestó rudamente: «Toma este ejemplo: cuando mi mujer va a trabajar yo limpio la casa, hago las camas y preparo la comida. Además baño a la niña y la visto. Si crees que un anarquista tiene que estar metido en un bar o en un café mientras su mujer trabaja, quiere decir que no has comprendido nada.»

El corto verano de la anarquía, Hans Magnus Enzensberger
Si los hijos pudieran librarse de cargar toda la mierda acumulada para ellos por las generaciones anteriores, quizá el mundo sería un lugar mejor donde vivir.

El matón que soñaba con un lugar en el paraíso, Jonas Jonasson
Nada ocurre dos veces
y no ocurrirá. Por eso
sin experiencia nacemos,
sin rutina moriremos.

Siendo alumnos más torpes
en las escuelas del mundo
no repetiremos años,
inviernos o veranos.

No volverá ningún día,
no hay dos noches iguales,
dos besos que se repitan,
dos miradas similares.

Ayer cuando tu nombre
alguien dijo en voz alta,
sentí como si una rosa
cayera por la ventana.

Hoy que estamos juntos,
hacía la pared vuelvo la cara.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Es una flor, o una piedra?

¿Por qué, dime, mala hora,
te juntas con el miedo infructuoso?
Eres y por eso has de pasar.
Pasas, y eso es prodigioso.

Sonrientes, medio abrazados
tratamos de buscar la cordura,
aún siendo tan diferentes
como dos gotas de agua pura.

Antología poéticaWislawa Szymborska
La vida suele jugarse en dos manos: en el primer reparto, te amodorra haciéndote creer que controlas, y en el segundo, cuando te ve relajado e indefenso, te pasa por encima y te destroza.

Vernon Subutex, Virginie Despentes
¿Qué hay peor que los recuerdos? Recordarlos. Mientras estén en tu cabeza y no les prestes atención, todo irá bien.

Eterno amor adolescente, Juan Arcones y Sanz i Vila
Hablamos de nuestros recuerdos, pero quizá deberíamos hablar de nuestros olvidos, aunque sea una hazaña más difícil, o lógicamente imposible.

Nada que temer, Julian Barnes

Amar fue
por un instante
que se me hizo eternidad
temer lo mismo
desde los polos;
leer el castigo
en la otra mirada,
saberse espejo
saberse eco
saberse a solas,
pero juntos.

Catábasis, Annie Costello

Todo aquello que tiene en su naturaleza surgir, tiene en su naturaleza cesar. Sí. ¿Y qué? Yo la amé. La amo. Desde el primer momento ese amor fue perfecto, completo. En realidad no se puede decir que el amor aparezca; más bien, se manifiesta. Si se cree en la reencarnación, el fenómeno resulta explicable. La alegría de reencontrarse con alguien que ya conocemos, que siempre hemos conocido, desde siempre, en una infinidad de encarnaciones anteriores.
Si no se cree, es un misterio.
Yo no creo en la reencarnación. O, más bien, no lo quiero saber.
Perder el amor también es perderse a uno mismo. La personalidad se esfuma. No nos quedan ni las ganas, no contemplamos ya siquiera lo de tener una personalidad. Ya no somos, en sentido estricto, más que sufrimiento.
Lo mismo es, con diferentes modalidades, perder el mundo. El vínculo se rompe de inmediato, desde el primer segundo. El universo nos es, al principio, extraño. Luego, poco a poco, se vuelve hostil. También él es sufrimiento. No hay más que sufrimiento.
Y siempre esperamos algo.

Configuración de la última orilla, Michel Houellebecq
Aquel que se preocupa por los problemas de los demás, o no tiene problemas propios o ha decidido ignorarlos.

Ya sólo habla de amor, Ray Loriga
El ridículo y el humor tienen el poder de trastornar y desestabilizar las sociedades de forma mucho más eficaz, sin crueldad ni sufrimiento. Nada destruye la pomposidad y la arrogancia mejor que la carcajada estridente.

Manual revisado del Boy Scout, William S. Burroughs
Ninguna acción que ignora por completo el territorio de la bondad es una acción inteligente, pues inteligencia y bondad son una misma cosa. Si la bondad es la comprensión de lo otro, también la inteligencia es la comprensión de lo otro.

Ya sólo habla de amor, Ray Loriga
Esto es lo maravilloso del hombre: nunca se desalienta o disgusta lo suficiente para abandonar algo que debe hacer, porque sabe que es importante y que merece la pena serlo.

Fahrenheit 451, Ray Bradbury
Debería haber, en la vida, la posibilidad del plano congelado.

El último día de Terranova, Manuel Rivas
El parasitismo informático global es el nuevo trotskismo.

Consumidos, David Cronenberg
Una persona tropieza con otra que quiere algo, o que sabe de alguien que quiere algo, y la consecuencia es que sucede algo. O, dicho de otro modo, si no sales de casa, y nunca conoces a nadie, no puede sucederte nada.

En picado, Nick Hornby
Los libros están para recordarnos lo tontos y estúpidos que somos. La mayoría de nosotros no podemos salir corriendo por ahí, hablando con todo el mundo, ni conocer todas las ciudades del mundo, pues carecemos de tiempo, de dinero o de amigos. Lo que usted anda buscando, Montag, está en el mundo, pero el único medio para que una persona corriente vea el noventa y nueve por ciento de ello está en un libro. No pida garantías. Y no espere a ser salvado por alguna cosa, persona, máquina o biblioteca. Realice su propia labor salvadora, y si se ahoga, muera, por lo menos, sabiendo que se dirigía a la playa.

Fahrenheit 451, Ray Bradbury
Hurgar en el pasado remoto puede ser un lenitivo. El cercano hace más daño.

Lo raro es vivir, Carmen Martín Gaite
Nos pasamos tanto tiempo no diciendo lo que deseamos realmente porque sabemos que no podemos conseguirlo. Y porque suena a descortesía, a ingratitud, a deslealtad, a niñería, a banalidad. O porque estamos tan desesperados que fingimos que las cosas están bien, y si nos confesamos a nosotros mismos que no lo están nos da la impresión de cometer un error. Adelante, di lo que deseas. Quizá no a voz en grito, si ello puede meterte en líos. «Desearía no haberme casado con él nunca.» «Desearía que ella estuviera todavía viva.» «Desearía no haber tenido jamás hijos con ella.» «Desearía tener montones de dinero.» «Desearía que todos los albaneses volvieran a su puta Albania.» Sea lo que fuere, dítelo a ti mismo. La verdad te hará libre. O eso o te dará un puñetazo en las narices. Sobrevivir en la vida en la que estás viviendo es mentir, y mentir corroe el alma, así que tómate un respiro de las mentiras, un respiro de un minuto.

En picado, Nick Hornby
Al final, el que volem, almenys des de l'esquerra, des d'Esquerra Unida, és treballar per a canviar la societat, per tindre una societat sense explotació de classe i sense opressió de gènere, per dir algun dia, com Rosa Luxemburg, que vivim en un món d'éssers humans socialment iguals, humanament diferents i totalment lliures.

Botiflers!!, Ignacio Blanco
He aquí algunas personas muertas, personas que eran demasiado sensibles para seguir viviendo: Sylvia Plath, Van Gogh, Virginia Woolf, Jackson Pollock, Primo Levi, Kurt Cobain (por supuesto). Y algunas personas vivas: George W. Bush, Arnold Schwarzenegger, Osama Bin Laden. Sólo tenéis que poner una cruz al lado de la gente con la que os gustaría tomar una copa, y ver si están en el grupo de los muertos o de los vivos. Y sí, podéis argumentar que he forzado las cosas a mi favor, y que hay un par de personas que faltan en la lista de los vivos y que refutarían lo que afirmo, unos cuantos poetas y músicos y gente de ese tipo. Y podéis hacer constar que Stalin y Hitler no eran tan maravillosos y sin embargo ya no están entre nosotros. Pero sed un poco indulgentes conmigo: sabéis de lo que estoy hablando. A la gente sensible le es más duro seguir viviendo.

En picado, Nick Hornby
Democràcia és respectar els drets de les minories; democràcia és complir la llei; democràcia és donar informació veraç, objectiva i plural a la ciutadania perquè conega dels assumptes públics; democràcia és fomentar la participació de la gent; democràcia és sometre's a la fiscalització de l'oposició; democràcia és complir la paraula i els programes electorals; democràcia és un antònim de la pràctica del Partit Popular.

Botiflers!!, Ignacio Blanco
Personalmente creo que no hay nada menos sacrosanto que un mal libro e incluso un libro mediocre.

84, Charing Cross Road, Helene Hanff
Reírse con otro es el mayor síntoma de amor.

Lo raro es vivir, Carmen Martín Gaite
El mundo es una máquina de tortura gigantesca. Indestructible e imparable, ideada por los hombres. En el orden del mundo, Dios es un juguete peligroso.

Érase una vez el fin, Pablo Rivero
Desde que el mundo es mundo, vivir y morir vienen siendo la cara y la cruz de la misma moneda echada al aire, pero si sale cara es todavía más absurdo. Para mí, si quieren que les diga la verdad, lo raro es vivir.

Lo raro es vivir, Carmen Martín Gaite
La gente dice que utiliza la ropa para expresarse, pero toda la ropa es igual. Si tu única manera de expresarte es a través de tus vaqueros, no entiendo qué es lo que quieres decir. No sé cómo se puede expresar algo sobre uno mismo vistiendo trozos de ropa diseñada y hecha por otra gente.

Hurra, Ben Brooks
La experiencia es el mayor alimento de la mirada. Aprender a escribir es aprender a mirar.

Alguien dice tu nombre, Luis García Montero
Me imagino el futuro como un oso gigante que arrasa la ciudad, reduce a polvo edificios y personas y los pisotea para devolverlos al planeta del que salieron. Pero no puede destrozar las otras partes que nos hacen ser lo que somos. Las partes como montañas rusas o cervezas en la cama o libros de rusos muertos. Esas partes se elevan como orbes por la atmósfera, liberadas de sus cuerpos aburridos y de la constante necesidad de mear y cagar y comer y dormir. Nueve millones de años en el futuro, seguiremos existiendo en lejanas nubes estelares, separados por años luz pero en el mismo lugar de siempre.

Hurra, Ben Brooks

A veces viene
desde la tierra misma la tristeza,
viene desde el amor,
desde la ausencia del amor,
desde la piedra o el vegetal al hombre.

A veces está ahí, oscura o despedida
por un pecho inocente.

A veces viene la tristeza de un lugar o del aire,
de la amistad caída o de un nombre vacío,
del sueño o de la infancia,
de una palabra que no pronunciamos,
de lo que creímos y ya no creemos,
de la esperanza y la desesperanza,
de la dura corteza del amor.

A veces viene la tristeza.

A veces hay en la tristeza odio,
ausencia y odio,
ceniza y rostros olvidados,
viejas fotografías y silencio
y una larga desposesión.

A veces viene, irrumpe
como un don invertido,
como un don que se da y no se recibe,
como lo nunca dado a la esperanza
o lo que, en fin, se acepta y da, pero no puede
vivir.

A veces viene.
                          Viene o está.
A veces hay en la tristeza odio
y arrepentimiento y amor.

Punto cero, José Ángel Valente
Todos deberíamos morir en el momento más feliz de nuestra existencia, en la plenitud de la realización, en un acto contra natura, pues casi nunca coincide ese apogeo con los últimos instantes de la vida. Hace tiempo por tanto que debería estar muerto, porque en cada instante de lucidez me doy cuenta de que ya no seré joven nunca más, porque no me fío de las personas, porque recordando los días pasados soy consciente de que no podré volver a amar a nadie, porque sé que habiendo desperdiciado aquellos momentos estoy abocado a un conformismo que fagocitará sin piedad cada segundo de mi futuro.

Érase una vez el fin, Pablo Rivero
Los trabajos sólo sirven para hacer que gente más rica que tú sea aún más rica que tú. Si todo el mundo se negara a hacer su trabajo y se pusiera a cultivar zanahorias no habría gente rica, sólo gente con dinero.

Hurra, Ben Brooks
Tu cuerpo puede
llenar mi vida,
como puede tu risa
volar el muro opaco de la tristeza.

Una sola palabra tuya quiebra
la ciega soledad en mil pedazos.

Si tu acercas tu boca inagotable
hasta la mía, bebo
sin cesar la raíz de mi propia existencia.

Pero tú ignoras cuánto
la cercanía de tu cuerpo
me hace vivir o cuánto
su distancia me aleja de mí mismo
me reduce a la sombra.

Tú estás, ligera y encendida,
como una antorcha ardiente
en la mitad del mundo.

No te alejes jamás:
Los hondos movimientos
de tu naturaleza son
mi sola ley.
Retenme.
Sé tú mi límite.
Y yo la imagen
de mí feliz, que tú me has dado.

Punto cero, José Ángel Valente
Me han grabado a fuego desde pequeño que la educación permanece siempre por encima de la sinceridad. Hoy en día no es así. No paro de escuchar frases como «Soy una persona muy legal, te digo las cosas a la cara», morid, hijos de puta, nadie debería restregar por la cara a nadie su maldita sinceridad.

Érase una vez el fin, Pablo Rivero
Hurra por los otros días. Hurra por dormir hasta tarde, las cervezas para desayunar y los universos paralelos donde todo es un poco mejor.

Hurra, Ben Brooks
Padre nuestro que estás en paradero 
desconocido, líbranos de Ti.

No nos llenes el tiempo con tu ausencia.
Tú utilizaste el fuego del infierno 
para encender el sol de nuestra infancia.

No nos des incertidumbre de tus ojos 
después de que los nuestros ya no puedan 
mirar la rosa negra de la vida.

Oh cordura de Dios que catas 
el pecado del mundo, 
dispendia tu piedad con los cobardes, 
los que te encuentran en cualquier fenómeno 
de meteorología, los que imponen 
tu Nombre en leyes y oraciones.

Confórmate con ser un huésped 
de nuestra infancia rota en mil pedazos.

Vacíanos de Ti, 
regresa a tus orígenes,
a aquella inmensa noche de tormenta 
en la que el miedo de unos monos te inventara.

Poesía para los que leen prosa, VV.AA.
Creo que estar con alguien con quien no conectas es un camino más rápido hacia la soledad que estar totalmente solo. Es algo que te lleva a pensar en la imposibilidad de coexistir de forma significativa con otras personas.

Hurra, Ben Brooks
Me convenzo otra vez de que mi vida es una cadena de exageraciones; o quizá sean extremos esos puntos de giro, el accidente que provoca el cambio de costumbres y de edad, y el resto sea sólo lamerse las heridas y maravillarse como un tonto de los sucesos al final banales que las causaron.

El día del Watusi, Francisco Casavella
Las vidas son como las historias: nunca se acaban, simplemente uno se cansa de contarlas.

Rayos, Miqui Otero

Hay el dolor de ver las nubes cerca,
y hay el dolor de ver secarse el trigo;
hay el dolor de no encontrarse el alma,
y el de ver que es un pozo ¡tan profundo!
y el de ver que es un lucero inalcanzable;
hay el dolor de saber que uno es la herida,
y hay el dolor de no saber si duele.

El canto es vuelo, Fernando Fernán-Gómez
No hay ser humano que no quiera ser otro
y meterse en ese otro como en una escafandra
como en un aura tal vez o en una bruma
en un seductor o en un asceta
en un aventurero o un boyante

sólo yo no quisiera ser otro
mejor dicho yo
quisiera ser yo
pero un poco mejor

La vida ese paréntesis, Mario Benedetti
De terciopelo se ajan los labios, y me asomo a lo que no has dicho, y no estoy, y tú has desaparecido tras aquellos árboles donde anudándome a la melancolía te escribo, la ausencia es un túnel sin salida...

Matando dinosaurios con tirachinas, Pedro Maestre

No existo si no me ves,
no existes sin mi mirada.
Existen tus cinco dedos
porque caben en la palma
de mi mano. Y ese agua
verde y limpia de tus ojos
no sirve si no les calma
la sed a los ojos míos.
Ni tu mirada es mirada
si no vale para verme.
Yo no era cuando no estabas.
No seas cuando no estoy.

El canto es vuelo, Fernando Fernán-Gómez
En este mundo hay tan poquitas cosas
capaces de endulzarle a uno la vida/
digamos la esperanza amanecida
o la lluvia que brilla en las baldosas

me gusta la constancia de las rosas
que nunca dan su espina por perdida
y también la tristeza repetida
de las palmas tan solas y orgullosas

pero no hay nada tan profundo y leve
como el alma y el vértigo y los labios
de esa mujer que al verla nos conmueve

para ser alguien entre cielo y suelo
y salvarse del odio y sus resabios
nada como el amor y su consuelo

La vida ese paréntesis, Mario Benedetti
Padre nuestro que estás en paradero 
desconocido, líbranos de Ti.

No nos llenes el tiempo con tu ausencia.
Tú utilizaste el fuego del infierno 
para encender el sol de nuestra infancia.

No nos des incertidumbre de tus ojos 
después de que los nuestros ya no puedan 
mirar la rosa negra de la vida.

Oh cordura de Dios que catas 
el pecado del mundo, 
dispendia tu piedad con los cobardes, 
los que te encuentran en cualquier fenómeno 
de meteorología, los que imponen 
tu Nombre en leyes y oraciones.

Confórmate con ser un huésped 
de nuestra infancia rota en mil pedazos.

Vacíanos de Ti, 
regresa a tus orígenes,
a aquella inmensa noche de tormenta 
en la que el miedo de unos monos te inventara.

Poesía para los que leen prosa, VV.AA.

-¿Estao civil?
-Viuda.
El encuestador le dedicó una sonrisa seductora:
-¿Y sin compromiso, mecachis la mar?
La señora Griselda soltó una risita.
-Eso no le importa, pillín. ¡Vaya, vaya!
-Una mujé como uzté no pué estar sola. Digo.
-Nadie debería estar solo, ¿verdad?

El amante bilingüe, Juan Marsé
En primer lugar, los intelectuales han de combatir el «sentido común» instalado en la sociedad y que, como ya hemos visto, simplemente es la ideología dominante que legitima un orden social injusto. Se trata, en consecuencia, de desvelar lo que hay de falso en las creencias populares en torno a cómo funciona la sociedad. Y, en segundo lugar, los intelectuales deben contribuir en la construcción de una nueva concepción del mundo, una ideología, que ocupe el lugar hegemónico de las ideas y que permita poner en marcha otro mundo posible.

La Tercera República, Alberto Garzón
Al hablar sobre la verdad, uno no expresa nada sin hablar a la vez de lo absoluto. Si las verdades son relativas, entonces de hecho no se las puede diferenciar de las opiniones.

La filosofía frente al comunismo, Alain Badiou
El hombre atraviesa el presente con los ojos vendados. Sólo puede intuir y adivinar lo que de verdad está viviendo. Y después, cuando le quitan la venda de los ojos, puede mirar al pasado y comprobar qué es lo que ha vivido y cuál era su sentido.

El libro de los amores ridículos, Milan Kundera
Reír es lo más parecido a un orgasmo: no se piensa en el pasado, no se piensa en el futuro, no se piensa en el presente. Ni en todo lo que nos preocupa.

Rayos, Miqui Otero
Si hay algo que sea común al animal humano es que tiene la capacidad de aumentar el conocimiento de forma acelerada y al mismo tiempo es cronicámente incapaz de aprender de la experiencia. Si bien en la ciencia y en la tecnología el progreso se acumula, en la política y en la ética, el progreso es cíclico. Se las llame como se las llame, la tortura y la esclavitud son males universales, y estos males no pueden ser asignados al pasado como si fueran teorías obsoletas de las ciencias. Se repiten con nombres diferentes: las torturas ahora son «técnicas de interrogatorio forzadas», la esclavitud ahora es «trata de personas». Cualquier disminución en males universales es un avance en civilización. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con el conocimiento científico, las limitaciones a la vida civilizada no pueden guardarse en un disco duro. Son hábitos del comportamiento que una vez rotos son difíciles de reparar. La civilización es natural para los seres humanos, pero también lo es la barbarie.

El silencio de los animales, John Gray
Las personas como yo, con un sentido de la orientación artero, con una topographagnosia que me aconseja abrigando los más viles desenlaces, con una capacidad para trazar mapas cognitivos nula, suelen recluirse. Les da miedo moverse, porque de repente están perdidos. Un pestañeo y algún tramoyista cabrón ha movido todo el decorado. Las personas como yo, digo, suelen replegarse, sumergirse en libros y discos, limitarse a pisar los escasos metros de su habitación donde pasa todo y donde nada sucede. Y, sin embargo, me muevo.

Rayos, Miqui Otero
Con todo el conocimiento que tenemos, no podríamos argumentar que la ciencia no podría ser una sucesión de errores afortunados. El conocimiento de uno mismo es aún más problemático. Si aprendemos algo nuevo sobre una estrella, la estrella no cambia, pero cuando uno descubre algo nuevo acerca de sí mismo, deja de ser la misma persona.

El silencio de los animales, John Gray
Ningún acto deja de tener resultados en la vida, y el creer en una teoría, y no en otra, tiene en la acción reflejos particulares: también el error deja huellas, porque, divulgado y aceptado, puede retrasar (no impedir) la consecución de un fin. Y eso prueba que lo que determina directamente la acción política no es la estructura económica, sino la interpretación que se dé de esta y de las llamadas leyes que rigen su desarrollo. Esas leyes no tienen nada en común con las leyes naturales, aunque tampoco las leyes naturales son datos de hechos objetivos, sino solo construcciones del pensamiento, esquemas útiles prácticamente por comodidad de estudio y de enseñanza.

Antología, Antonio Gramsci
De entre los muchos beneficios de la fe en el progreso, el más importante tal ve sea el de evitar un conocimiento excesivo de uno mismo.

El silencio de los animales, John Gray
Somos todos mortales hasta el primer beso y el segundo vaso, y eso lo sabe cualquiera, por poco que sepa.

El libro de los abrazos, Eduardo Galeano
Lo que murió en 1991 no fue sólo la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas, sino la credulidad humana. La consecuencia del fracaso del comunismo es la imposibilidad del compromiso en cualquier terreno, político o personal. Y esta derrota no solamente concierne a Rusia, sino al mundo entero. El hedonismo es la ideología de la gente que ya no tiene esperanza. Toda quimera está ya prohibida. La globalización nos convierte en tecnoconsumidores pesimistas y resignados. El amor es un sueño prohibido, como todos los demás sueños, aparte de los créditos rotatorios. El siglo XXI no se recuperará de haber ridiculizado el lirismo.

Socorro, perdón, Frédéric Beigbeder
Oscar Wilde definía la persona cínica como aquella que lo sabe todo sobre los precios, pero nada sobre los valores. Nuestras sociedades tienden a hacernos cínicos a todos. Y nadie más cínico que el economista que cree que el único valor es el valor de cambio, y minimiza los valores intangibles en el seno de las sociedades en las que todo se valora con criterios de mercado.

Economía sin corbata, Yanis Varoufakis
Nuestra sociedad cree que se puede prescindir de voluntad pero, bien mirado, es un problema bastante grave no saber lo que uno quiere. Todo el mundo necesita un objetivo preciso; ahora bien, el nuestro es cada vez más borroso. Sin sueños te transformas en un animal anodino, un paseante extraviado. Estás vacío o perdido. Durante un momento puede resultar agradable, como cuando te equivocas de calle en una ciudad extranjera. Aprovechas la ocasión para vagabundear, retrasar el momento de preguntar el camino, sentarte y mirar las nubes, como un mamífero que pasta en la naturaleza. Pero muy pronto el pánico gana terreno. Te registras los bolsillos en busca de un mapa, de un refugio o de un estuche de GPS. Echas mano de los indígenas. Llamas a taxis. Muy poca gente tiene el valor de perderse de verdad. En todo caso, yo no creo haberlo deseado. La soledad fue el regalo de cumpleaños de mis cuarenta años. Es complicadísimo ser libre. La libertad es un fardo al que te acostumbras, como la muerte.

Socorro, perdón, Frédéric Beigbeder
No podemos pretender ser los primeros, o los preferidos, sólo somos lo que está disponible, los restos, las sobras, los supervivientes, lo que va quedando, los saldos, y es con eso poco noble con lo que se erigen los más grandes amores y se fundan las mejores familias, de eso provenimos todos, producto de la casualidad y el conformismo, de los descartes y las timideces y los fracasos ajenos, y aún así daríamos cualquier cosa a veces por seguir junto a quien rescatamos un día de un desván o una almoneda, o nos tocó en suerte a los naipes o nos recogió de los desperdicios; inverosímilmente logramos convencernos de nuestros azarosos enamoramientos, y son muchos los que creen ver la mano del destino en lo que no es más que una rifa de pueblo cuando ya agoniza el verano.

Los enamoramientos, Javier Marías
El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos los condena al hambre de pan y muchos más condena al hambre de abrazos.

El libro de los abrazos, Eduardo Galeano
El amor es más bello cuando es imposible, el amor más absoluto nunca es recíproco. Pero el flechazo existe, ocurre todos los días, en cada parada de autobús, entre personas que no se atreven a dirigirse la palabra. Los seres que más se quieren son aquellos que no se querrán jamás.

Oona y Salinger, Frédéric Beigbeder
Le rogó sin condiciones, le prometió mucho más de lo que estaba resuelto a cumplir, pero tropezó con una determinación invencible. «Hay amores cortos y amores largos», le dijo ella. Y concluyó sin misericordia: «Este fue corto».

Doce cuentos peregrinos, Gabriel García Márquez
Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.

El libro de los abrazos, Eduardo Galeano
Sólo existe una cosa que no podamos vencer, porque pone fin a todo: la separación eterna. Pero, por lo demás, no hay nada que el coraje y el amor no puedan conseguir plenamente.

Moral y política, Albert Camus
A modo de disculpa le pregunté si creía en los amores a primera vista. «Claro que sí», me dijo. «Los imposibles son los otros».

Doce cuentos peregrinos, Gabriel García Márquez
«Nos guste o no, la vida sólo presenta en el mejor de los casos una coherencia parcial y los átomos de una existencia pueden disgregarse en cualquier momento como consecuencia de la fortuna o la fuerza del pasado. Conviene no olvidarlo.

Apuntes sobre el suicidio, Simon Critchley
No os dejéis seducir: 
no hay retorno alguno.
El día está a las puertas,
hay ya viento nocturno:
no vendrá otra mañana.

No os dejéis engañar
con que la vida es poco.
Bebedla a grandes tragos
porque no os bastará
cuando hayáis de perderla.

No os dejéis consolar.
Vuestro tiempo no es mucho.
El lodo, a los podridos.
La vida es lo más grande:
perderla es perder todo.

Poemas y canciones, Bertolt Brecht