Los coches son como las personas. Andamos dando vueltas por ahí todos los días, vamos a toda prisa de un lado para otro, estamos siempre a punto de tocarnos pero en realidad tenemos poco contacto. Todas esas aproximaciones... Todas esas posibilidades... Es horrible si te paras a pensarlo. Casi mejor no pensar en ello.
La espantosa intimidad de Maxwell Sim, Jonathan Coe
No hay comentarios:
Publicar un comentario