Que no se pueda probar la inexistencia de Dios es normal e insignificante, aunque sólo sea en el sentido de que nunca podremos probar absolutamente la inexistencia de nada. Lo que en realidad importa no es si Dios es irrefutable (no lo es), sino si su existencia es probable. Esto es otro tema. Se estima que algunas cosas irrefutables son mucho menos probables que otras cosas también irrefutables.

El espejismo de Dios, Richard Dawkins

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