-¿Estao civil?
-Viuda.
El encuestador le dedicó una sonrisa seductora:
-¿Y sin compromiso, mecachis la mar?
La señora Griselda soltó una risita.
-Eso no le importa, pillín. ¡Vaya, vaya!
-Una mujé como uzté no pué estar sola. Digo.
-Nadie debería estar solo, ¿verdad?

El amante bilingüe, Juan Marsé

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