El problema con el sexo es el mismo que con cualquier otra adicción. Uno siempre se está recuperando. Uno siempre está recayendo. Portándose mal. Hasta que uno encuentra algo por lo que luchar o se decide por algo contra lo cual luchar. Toda esa gente que dice que quiere una vida libre de compulsiones sexuales, o sea, olvídalo. O sea, ¿qué puede haber que sea mejor que el sexo?
Está claro, la peor mamada es mejor que, digamos, oler la mejor rosa o ver la mejor de las puestas de sol. Mejor que oír reír a los niños.
Creo que nunca veré un poema tan maravilloso como uno de esos orgasmos que te explotan dentro, te provocan un calambre en el culo y te vacían las tripas.
Pintar un cuadro, componer una ópera, eso son cosas que uno hace hasta que encuentra el siguiente culo dispuesto a hacerlo.
En cuanto aparezca algo mejor que el sexo, llamadme.

Asfixia, Chuck Palahniuk

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