El mundo existe, sus leyes no cambian. Las piedras son duras, el agua moja, los objetos dejados en el vacío caen hacia el centro de la tierra. Con la sensación de estar hablándole a O'brien, y también de estar estableciendo un axioma de crucial importancia, escribió:
La libertad consiste en poder decir que dos y dos son cuatro. Admitido eso, se deduce todo lo demás.

1984, George Orwell

No hay comentarios:

Publicar un comentario