Si he aprendido algo durante estos años, algo que me parece extremadamente importante en nuestra época, tan rebosante de mediocridad, es lo siguiente:
No debes creer que eres alguien.
No creas ni de coña que eres alguien.
Porque no lo eres. No eres más que una mediocre mierdecilla.
No creas que eres alguien, no creas que eres nadie en absoluto, porque no lo eres. Sólo eres una mierdecilla.
Así que agacha la cabeza, y ponte a trabajar, mierdecilla. Así al menos sacarás algo en claro. Cállate, agacha la cabeza, trabaja, y sé consciente de que no vales una mierda.

Un hombre enamorado, Karl Ove Knausgård

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