-Mira. No es que no quiera saber la verdad. Lo que pasa es que, a estas alturas, siento que es mejor olvidarlo. Ya forma parte del pasado, está como sumergido en una zona muy honda de mí mismo.
Durante un instante Sara cerró sus finos labios y luego sentenció:
-Eso es peligroso.
-¿Peligroso? -dijo Tsukuru-. ¿Qué quieres decir?
-Aunque logres ocultar los recuerdos, o enterrarlos muy hondo, no puedes borrar la Historia -dijo Sara alzando la mirada hacia Tsukuru-. Más vale que te quede grabado: la Historia no puede borrarse ni alterarse. Porque significaría matarte a ti mismo.

Los años de peregrinación del chico sin color, Haruki Murakami

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