No existo si no me ves,
no existes sin mi mirada.
Existen tus cinco dedos
porque caben en la palma
de mi mano. Y ese agua
verde y limpia de tus ojos
no sirve si no les calma
la sed a los ojos míos.
Ni tu mirada es mirada
si no vale para verme.
Yo no era cuando no estabas.
No seas cuando no estoy.

El canto es vuelo, Fernando Fernán-Gómez

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