La primera vez que conocemos a alguien, nos sale una vocecilla insidiosa en la cabeza que dice: «Puede que lleve gafas o que tenga las caderas anchas o que sea una chica, pero por lo menos no soy gay ni negra ni judía». En otras palabras: puede que sea yo, pero por lo menos tengo la sensatez de no ser TÚ.

Condenada, Chuck Palahniuk

No hay comentarios:

Publicar un comentario