No he hecho nada más en la vida que continuar. Terminaba un libro y empezaba otro, siempre continuando. Perderlo todo menos la soledad. Y tener aplomo y dignidad y no llorar, justificarme ante la muerte con una obra bien hecha, llevar la infeliz vida irreprochable de un hombre engañado.

El mal de Montano, Enrique Vila-Matas

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