Lee Mellon miraba al cielo. A veces, cuando conoces a alguien, se queda mirando al cielo. Lo miró durante mucho rato.
-¿Qué? -le dije, porque quería ser su amigo.
-No son más que gaviotas -repuso-. Mira ésa.
Señaló una gaviota, pero no supe cuál de ellas señalaba, porque había muchas, invocando el alba con sus voces. A continuación estuvo un rato sin decir nada.
Sí, uno podía pensar en gaviotas. Estábamos terriblemente cansados, con resaca y aún borrachos. Uno podía pensar en gaviotas. Es algo muy sencillo... gaviotas: el pasado, el presente y el futuro pasan casi como redobles de tambor hacia el cielo.

Un general confederado de Big Sur, Richard Brautigan

No hay comentarios:

Publicar un comentario